¿Por qué no he asistido a Transfiere 2015?

Leo con gran interés la reseña publicada en El Mundo sobre la estrategia de transferencia tecnológica de las universidades israelíes que, en el Foro Transfiere que tuvo lugar el pasado 11 y 12 de febrero en Málaga, explicaron de primera mano responsables de institutos de investigación como Technion o del propio gobierno de Israel.

Leo con gran interés la reseña publicada en El Mundo sobre la estrategia de transferencia tecnológica de las universidades israelíes que, en el Foro Transfiere que tuvo lugar el pasado 11 y 12 de febrero en Málaga, explicaron de primera mano responsables de institutos de investigación como Technion o del propio gobierno de Israel. Me quedo con dos de sus mensajes:

  • La transferencia de tecnología necesita marketing, para dar a conocer y convencer a las empresas de lo que se hace en las universidades.
  • Las administraciones públicas y las propias universidades necesitan profesionales que conozcan el mercado, con experiencia y exigencia empresarial.

Igualmente interesante es la nota sobre la mesa redonda que, en el mismo foro, reunió a los directores de varios centros de excelencia Severo Ochoa españoles. Carne de titular es la provocativa declaración de Mateo Valero, director del Barcelona Supercomputing Center – Centro Nacional de Supercomputación: «Lo fácil es publicar en ‘Nature’ o en ‘Science’, lo difícil es trasladar esa investigación a la sociedad«

Dándole una vuelta -y reconociendo el mérito de publicar en revistas de muy alto impacto- yo diría más bien que lo complicado no es publicar, lo complicado es vender.

Con esto, parece obvio que cualquier profesional de la transferencia de tecnología que se precie, al menos en España, debería haber asistido a Transfiere 2015. ¿O no?

No voy a negar que poder asistir a mesas redondas como las comentadas es una oportunidad que no se presenta todos los días, y siempre es un placer coincidir con compañeros de profesión. Sin embargo, Transfiere debería ser ante todo un encuentro con un marcado carácter comercial y, en mi opinión, no lo es. O al menos no lo suficiente.

Mercadeando

Para que una compra-venta se produzca comprador y vendedor tienen, necesariamente, que encontrarse. En términos muy generales, dependiendo de las características del mercado, este encuentro se producirá (o no) de 2 modos:

  1. En mercados en los que existe mucha demanda (esto, hay una necesidad acuciante y bien definida) y poca oferta (esto es, hay pocas alternativas para cubrir esa necesidad) son los compradores los que van a buscar al vendedor.
  2. En cambio, en mercados en los que existe mucha oferta y poca demanda, los vendedores van a buscar donde haga falta al comprador.

Salvo excepciones muy particulares, el mercado de la transferencia tecnológica se acerca mucho al segundo escenario: existe una extensísima oferta de resultados de investigación (principalmente patentes), poco maduros y rara vez orientados a cubrir las necesidades de las empresas. Empresas que, en ocasiones, no tienen necesidad de esos resultados o, en el mejor de los casos, desconocen que tienen esa necesidad.

Con esto, está claro que lo que hay que hacer es salir a vender, a hablar con los clientes, a conocer sus necesidades e, incluso, a crearles nuevas necesidades.

Una feria que no se llama feria sino foro (el lenguaje nunca es inocente), organizada desde el punto de vista de la oferta confiando en que los compradores vengan a interesarse por la misma, no es el canal adecuado para llevar a cabo dichas acciones comerciales.

¿Resultados?

Según el listado de participantesTransfiere ha contado con la participación de unas 130-140 empresas. Es una cifra notable, aunque el hecho de que una parte significativa sea de carácter local o autonómico y, sobre todo, la dispersión sectorial de las mismas, limita considerablemente el impacto potencial del encuentro. Es particularmente sintomático que, en dicho listado, las empresas estén clasificadas como «Otros».

Cartel-Transfiere

Transfiere hace, no obstante, esfuerzos en la buena dirección mediante la definición de perfiles sectoriales, la participación de algunas (pocas) empresas tractoras como Telefonica o Endesa, el fomento del networking entre los participantes y, un aspecto muy interesante, la reunión de las plataformas tecnológicas españolas.

No resulta suficiente, en mi opinión, para dotar a Transfiere del carácter comercial que debería tener, y que sí tienen otras ferias sectoriales, nacionales e internacionales, que reúnen periódicamente a los principales actores y empresas de cada sector.

En estas ferias es donde se puede conseguir el mayor contacto cliente-proveedor, que precede y debe presidir la transferencia tecnológica, y son por tanto el «mercado» -entendido casi como lugar físico- que los profesionales de la transferencia tecnológica y también los investigadores debemos literalmente patearnos.

Transfiere cumple la función de reunir y poner en valor los resultados y capacidades tecnológicas de la investigación académica española, de cara sobre todo a las administraciones públicas y también a los medios de comunicación. Es también una estrategia inteligente por parte del Ayuntamiento de Málaga y de la Junta de Andalucía para posicionar Málaga como región innovadora, de lo que el Parque Tecnológico de Andalucía es una buena muestra. 

El impacto en estos términos ha sido notable pero queda lejos, en mi opinión, de propiciar una transferencia tecnológica efectiva.

En todo caso, como he dicho, no he asistido personalmente al foro, así que puedo estar perfectamente equivocado y os agradeceré vuestra opinión al respecto:

¿Has asistido a Transfiere 2015? ¿Cuál ha sido tu impresión? ¿Te ha resultado productivo, en términos de transferencia de tecnología?

En tu opinión, ¿cuáles son los foros más adecuados para contactar con los compradores de tecnología?

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.